En un oscuro callejón, entre sombras y susurros, se encontraron la Mistress y su sumiso. Él, temblando de anticipación, anhelaba el escalofriante placer de ser dominado por su ama. Con ojos brillantes de deseo, ella lo miró con una mezcla de malicia y desdén, saboreando el poder que tenía sobre él.
Con movimientos precisos y decididos, la Mistress lo ató con cuerdas sedosas, dejando que el cosquilleo de la anticipación recorriera cada centímetro de su piel. Él se entregó por completo a su control, sintiendo la excitación crecer con cada nudo que se apretaba alrededor de su cuerpo.
Con una sonrisa perversa, la Mistress lo arrastró hacia una guarida clandestina, donde la penumbra y el misterio se entrelazaban con el deseo y la sumisión. Allí, entre susurros y gemidos, exploraron los límites de la lujuria y el dolor, entregándose al éxtasis de la sumisión.
Él se abandonó a sus caprichos más oscuros, deleitándose en la sensación de ser poseído y controlado por su ama. Cada golpe, cada caricia, era un recordatorio del poder que ella tenía sobre él, y cada suspiro que escapaba de sus labios era una prueba de su rendición absoluta.
En el éxtasis del momento, el tiempo se desvaneció, dejando solo la pasión ardiente que los consumía. Para él, no había nada más que su Mistress, su salvadora y carcelera, su guía a través de las profundidades del placer y el dolor.
Y así, en la oscuridad de la noche, se fundieron en un baile de deseo y dominación, donde los límites se desdibujaban y el mundo exterior se desvanecía en la nada. En ese momento, eran solo ellos dos, perdidos en un mar de pasión y entrega, donde el único destino era el éxtasis absoluto.
Conejito de Alina marzo 14, 2024
i wish i was kidnapped by You, Mistress Alina, and that You make me feel the fear, my pain, Your pleasure.
i’m forever Yours.